lunes, 1 de agosto de 2016

Hablando de lo que son: Las Sagas, esos modos de narrar el Petronio Álvarez

Las Sagas.


Las Sagas nacen en la profundidad existencial de una gran experiencia humana que se teje en esa relación tan determinante con el territorio como habitad y que construimos cuando hacemos música, componemos, cantamos, escuchamos, interpretamos,  bailamos y con la misma fascinación con que conjugamos el verbo compuesto hacer-memoria, volvemos a encontrarnos para escuchar la palabra, la historia y echar el cuento de lo que hemos vivido.

Hacer-memoria, es un verbo que nos invita a que nos extrañemos de nosotros mismos y podamos escuchar a los Otros, de manera atenta y respetuosa y donde el juego perfecto: Hagamos Memoria, es que lo hemos vivido para poder contar con la memoria y recordarla, contarla, sentirla, decirla, exponerla, agarrarla, hacerla de todos nosotros y cantarla. También asirla. Cogerla. Ponerla a rodar con la fuerza de lo que contienen unas Sagas, cuando éstas toman forma y se vuelven escritura y pueden leerse.

Estas Sagas están hechas de una fuerza vital que ha vivido el juego elemental de la musicalidad de las palabras y la complejidad de sus composiciones. Cada Saga se reinventa en la manera como modula la experiencia de cada historia. Expresa sus valores que sabe condensar. Introduce los elementos que le son afines.

Los nombra y los hace aparecer en el orden simbólico, en medio de las diversidades para representar sus ideales, marcar sus diferencias y reafirmarse en ese tejido que le pertenece y que le permite tener identidad. Marca sus rostros, sus lenguajes, sus búsquedas y esas expresiones que le son comunes y a la vez, le son propias.

Añoran auto-reconocerse, recuperar su nombre, su lengua, sus hablas pérdidas en los tatuajes imborrables de una génesis que cada tiempo hay que develarla para que nos permita emanciparnos. Ser lo que fuimos. Lo que hemos sido. Lo que podemos ser.

Es encontrarnos con los Otros a través de las palabras, en una fiesta interior que concelebramos. Es encontrarnos en nosotros mismos, lo que creíamos… (es) más lejano, como dice Michel Foucault, en el capítulo de El Hombre y las Cosas. 


Estas Sagas están hechas con base  a un seguimiento que ha sido realizado y estructurado, gracias a un prolongado estudio de observación, -que es una observación participante, que nos ha facilitado el trabajo etnográfico que aporta la Investigación Social, porque se visualiza y proyecta a través de las entrevistas en profundidad, que son adelantadas con los actores sociales, que con la urdimbre de sus voces tejen las narrativas de las memorias etnomusicales del Petronio.

Ellos como protagonistas hablan desde el ethos cultural y socio-musical del espacio simbólico de sus territorios, en los lenguajes del cuerpo de sus experiencias y con el centro de los saberes aprendidos en esos aprendizajes que entroncan el alma festiva de las músicas del Pacífico.

Ellos han creado estos diálogos abiertos para interpelar con sus saberes empíricos las culturas vivas de esta tierra. Es el diálogo con el mundo y sus culturas universales, como una cultura con muchos elementos formadores de su ancestralidad afrodescendiente, que se reclama como un enorme brazo simbólico de toda la biofísica humana de la madre África, que en este lado del planeta en Colombia, habla como la afrocolombianidad en el Pacífico. Es el diálogo desde un Festival de Música como esté del Pacífico colombiano con el mundo simbólico de los universales.

Con ellos renace ese pensamiento fundacional de una memoria que se traduce en las músicas de Marimba, en los Cantos Tradicionales, en los Violines Caucanos, en las Chirimías y en la Contemporaneidad de las nuevas innovaciones de la musicalidad de la gran región simbólica del Pacífico. Una región resimbolizada e interiorizada por las nuevas generaciones de toda esta nación que conmemora en sus propias representaciones del sabor, con sus nuevas composiciones, con los mejoramientos armónicos y con el acompañamiento de las voces de las cantadoras que traen la leyenda de toda la ancestralidad en sus memorias musicales, “donde va en su sangre toda la infinita irisación rítmica del sensualismo criollo” de que hablaba Fernando Ortiz, porque hay que saber: “llevar el arte de desenmarañar el prodigioso entretejido de los ritmos y de ligarlos a un verbo cálido, de tropical erotismo, hecho más mórbido aún por las suavizaciones guturales, nasales y labiales, impuestas por la anatomía y por la imitación”[1].

En estas Sagas está inscrito “el secreto de la expresión”,  que se transcultura en la voz de estos seres humanos, que saben transmigrar y transculturizar el ethos de las africanías: en las melodías, los ritmos, los tambores, las marimbas, las voces y en esa mitología que crece, en una larga consagración que tiene música en cada palabra y en cada argumento que logran pregonar y contar.

Se trata de encontrar la plenitud de la expresividad de su vida simbólica. Expresividad que está en el virtuosismo de la retórica, que  entrelazada en las múltiples herencias tribales donde permanece, se resignifica puesto que hacen parte de la “articulación social de la música”[2] con los territorios y sus biogeografías trashumantes en el África como en el Pacífico, y en ese carácter definitivo que tiene la complejidad de la vida, con los distintos medios de expresión y su fecunda manera de ser, presente en aquella articulación rítmica, armónica, polifónica y melódica, que demuestra la alta capacidad de su adecuada expresión vocal, y su perfecto saboreo socio-musical.

Estas Sagas, son una herramienta comunicacional, que es muy asertiva para la Memoria, porque puede ser utilizada como un documento básico que va ayudar a crear en amplios públicos, una mediación estratégica de Información, Comunicación y Educación, ICE, para que puedan de primera mano comprenderse todos los elementos de la compleja estructura de las comunidades del Pacífico y de su importancia en la conformación de nuestras identidades culturales nacionales y afrocolombianas.

En estas Sagas, están los desarrollos palpables de una serie de conversaciones en situ,  y en terreno, que son  hechas directamente por sus protagonistas para abrir los espacios sobre los sentires, las opiniones, los perfiles, las visiones personales, los modos de vida, los pensamientos, las historias, las precisiones, las búsquedas, las convicciones, las confluencias, los significados, los liderazgos, las capacidades y las competencias que han surgido en esa  enorme experiencia cultural de prepararse y asistir al Festival de Música del Pacífico. Es un ir al encuentro y al reencuentro permanente con las Sagas delas Memorias.

Estas Sagas, nacen de las entrevistas y las conversaciones que estas propician, porque basan su fundamento en aquello que se traza entre los entrevistados y el entrevistador, siempre destacando la importancia del proceso de comunicación para lograr la comprensión de la muy respetable subjetividad de los actores sociales del proceso intercultural del Petronio Álvarez.

Es muy claro y evidente, que estas Sagas, son el producto de ese instrumento comunicacional de las entrevistas en profundidad, que surgen en la Investigación Social sobre la Memoria de los protagonistas del Festival Petronio, porque parten del espacio de sus historias de vida, de sus biografías musicales, de sus proyectos de vida en los territorios con sus comunidades, de aquello que aparece en la Internet, de los registros que dejan en la Secretaría de Cultura y Turismo de Santiago de Cali, de todas estas posibilidades, surgen y renacen estas Sagas, porque recogen el alma viva de un tejido simbólico que es la Memoria.


Son el conjunto de representaciones asociadas de los acontecimientos vividos por el entrevistado y que nos proporciona una cierta orientación significativa de la experiencia social, cultural y política de quiénes se inventan estas Sagas del Petronio.

Las Sagas  recogen los comentarios que hace el entrevistado, sin interpretarlos, ni resumirlos.

En las Sagas, los contenidos de las biografías de los protagonistas están asociadas a los acontecimientos vividos por el entrevistado y que  proporcionan esos espacios simbólicos que han guiado las experiencias de sus vidas y sus historias culturales y que se diferencian de las obras de los artistas, porque hacen parte de sus experiencias existenciales socio-culturales, que les han definido sus comprensiones, sus convivencias, sus valoraciones, sus percepciones y sus representaciones sociales acerca de las relaciones dinámicas de la vida y las culturas.

Las Sagas, se construyen a partir de las entrevistas en profundidad donde se presuponen que hay la existencia de unos conocimientos mutuos y la posibilidad de una interacción verbal, que es dinámica dentro del proceso comunicacional instaurado que es, desde luego,  una acción recíproca.

La conversación dentro de la entrevista en profundidad como técnica de recopilación de reconstrucción de la Memoria, permite la conversación libre, basándose en un guión que corresponde a una carta de navegación que facilita la orientación del diálogo y el libre desarrollo de las conversaciones.

Está técnica nos deja acceder a las informaciones útiles, que son muy difíciles de observar directamente y se construyen con la participación activa de los interlocutores[3], como lo son: los protagonistas de estas Sagas del Petronio, que han hecho la historia y siguen construyendo con sus prácticas artísticas, esa efectiva e inolvidable historia que han reescrito, en ese mapa imaginario que nos muestra la cartografía de un territorio invisible y posible que tiene las herencias africanas heredadas y persistentes a lo largo del tiempo de sus experiencias vitales.

Estas Sagas, son memoria en Profundidad del acontecimiento del Petronio y se caracteriza por un alto respeto sobre las respuestas de los entrevistados, porque son los actores socio-musicales y culturales,  los que han ofrecido con toda integridad, su confianza en este proceso serio de dejar y reencontrar la Memoria Cultural, que se diferencia en medio de la rica diversidad, pues tiene una importancia documental, que es más que “noticiosa” y tiene un sentido periodístico mucho más profundo, puesto que posee y tiene las claves de una historia transformadora que retoma el curso de la historia de un Festival, que es uno de los más representativos del país y de Latinoamérica.

Este trabajo de la memoria cultural de las Sagas, es un gran esfuerzo que busca consolidar una información específica que la complementa con las voces más respetables que han hecho posible esta gran transformación simbólica para el Festival de Música del Pacífico y la nación cultural afrocolombiana.

Estas entrevistas en profundidad, se construyen con los protagonistas  de Las Sagas que hacen parte de las múltiples historias de vida del Festival Petronio, y tienen como objetivo, mostrar el proceso innovador y siempre novedoso del Festival en el mundo, con los procesos de gestión intercultural y la enorme acción social que se ha logrado adelantar con las negociaciones culturales, desde la música y la Oralidad entre todas las comunidades.

Las Sagas son  como una experiencia simbólica que habla “desde la heterogeneidad de los complejos sociales, de sus contenidos y sus funciones, al construir narratividades de  mayor o menor amplitud, desde los cambiables presentes, es decir desde perspectivas diferentes, articulando distintas visiones que juegan funciones sociológicas diversas para los varios grupos nacionales. Es un historiar desde la memoria, que se da también sobre otros complejos sociales: grupos varios, comunidades, etnias, organizaciones estatales u otras, espacios transnacionales, etc., son un juego complejo con otras historias, también pueden devenir como parte esencial de las historias regionales”[4].

En esas narrativas, se recogen los acumulados de información y reconocimiento de los entes territoriales que poseen varios ex-funcionarios entrevistados,  puesto que son los que desde sus diferentes roles como actores claves, ofrecen todo el conocimiento complejo de los Antecedentes del proceso fundamental de conformación del Festival de Música del Pacífico, los aspectos históricos, humanos, sociales, estadísticos, cartográficos, biogeográficos y culturales que hacen posible está restauración sistemática de lo que puede alcanzar el territorio del Pacífico, en el futuro como una oportunidad de materializar nuevos escenarios culturales para el desarrollo territorial integral del sur-occidente colombiano.

En cuanto al tipo de entrevista que realizamos, nos ha parecido muy viable la entrevista narrativa en la cual aplicamos,  “un tipo particular de entrevista individual a profundidad  estructurada a partir de la cual se anima al informante a contar una historia sobre un evento particular del contexto social del que hace parte como individuo social y colectivo, por cuyos hechos son objeto de estudio de la Investigación Social Cualitativa en cuestión”[5], aparte de  que son muy útiles en los estudios culturales que combinan historias de vida y contextos socio-históricos como nuestra investigación en proceso.

Además  partiendo de estas entrevistas, como dice el texto histórico, será más fácil de articular e indagar sobre opiniones, sentimientos y conocimientos. Cabe aclarar que será de alta utilidad para la Investigación,-posterior o en curso-, desarrollar este punto, pues cada pregunta ha sido diseñada con base a los aportes que nos ha podido brindar al desarrollo de la Investigación, desde la condiciones de posibilidad que ofrecen las fuentes primarias y secundarias de  cada objetivo en el proyecto en su estructura fundamental.

En resumen, en estas Sagas encontramos todas las riquezas posibles e infinitas de lo que representa este oro humano de nuestras músicas afrocolombianas, la más grande riqueza espiritual de la ancestralidad africana y afrodescendiente que respira y habla desde su profundidad, pues es la quinta esencia  del vigor creativo de la palabra y de lo que hemos heredado de la madre África, el gran legado de una humanidad entera y resplandeciente que se condensa en el Pacífico con sus músicas y sus culturas. 

El Pacífico colombiano es África, la otra gran África que renace de muchas formas en las tierras colombianas y en muchos territorios de esta nación que respira musicalidad y belleza y que busca superar el rigor de muchas ignominias y contradicciones. Es el otro Dorado de la Humanidad. ¡Escúchenlo por siempre!

A partir de acá hay estructurada,  entonces, una Etnometodología Práctica de la Memoria y que está articulada a la experiencia existencial de la socio-musicalidad.




[1] ORTIZ, Fernando, Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1985.
[2] Ob. Citada de Ortiz, pág. 148.
[3] DELGADO, Juan Manuel, GUTIÉRREZ, Juan, Métodos y Técnicas de Investigación en Ciencias Sociales, Editorial Síntesis, España, 1996.
[4] ESGUERRA, Pardo, Nicolás,  Nuevas Miradas desde la Historia, un comentario crítico al trabajo Imaginación y Poder: El encuentro del interior con la costa en Urabá.
[5] BONILLA CASTRO, Elssy  y RODRÍGUEZ SEHK, Penélope.  “Recolección de datos cualitativos”. En: Más allá del dilema de los métodos, la investigación en Ciencias sociales. Santafé de Bogotá, 1997. PP- 171.