jueves, 28 de julio de 2016

Cómo hacer la Condensación de los Procesos de Sistematización de la Memoria.

Condensación de los Procesos de Sistematización de la Memoria.


Por Luís Fernando Tasceche.

La Sistematización de las Experiencias del Proyecto de Habilidades para la Vida Comunitaria de las Mujeres de los Asentamientos Afros, es un proceso social que empodera y produce saber y conocimiento de las prácticas porque ayuda a facilitar otros procesos en otras comunidades donde necesiten replicar los modos particulares de las experiencias exitosas.

La sistematización de la Memoria es una práctica estratégica de la investigación social que permite delimitar los campos de acción en los contextos en los que se producen las prácticas de las habilidades para la vida comunitaria en los territorios. Sobre todo son procesos que se hacen para replicar las metodologías de sistematización de los instrumentos que se requieren para hacer posible la recolección de la información que se necesita para hacer efectiva la producción de saberes.

Desde algunas perspectivas es realmente un método de construcción de conocimientos y de saberes prácticos que nos permite la Investigación Social Cualitativa. Es prácticamente, hacer efectiva la relación simbólica con las prácticas que se desarrollan en las Habilidades para la Vida Comunitaria.

Se hace necesario entonces, disponer de unos instrumentos que son manejados por quienes deben desarrollar el proceso sistematizador y de su uso cualificado es que va a depender que muchos aprendizajes queden en la Memoria del trabajo desarrollado.

Son enfoques de investigación social muy específicos y particulares y están circunscritos en las disciplinas científicas de la Etnografía, la Investigación-Acción Participante, IAP, en cierta hermenéutica experimental, en Etnometodologías diferenciales que nos acercan a las comunidades para que apliquemos ciertas concepciones de la sistematización en que se están moviendo los procesos de construcción de las Memorias Colectivas e Individuales.

Son estos procesos diferenciales los que nos ayudan a mover el enfoque conceptual en donde se inscriben las actividades que se desarrollan y que son las que se van a sistematizar.

Se puede decir que estas herramientas son dispositivos culturales de saber práctico y de poder, ya que éstos están implícitos en su acción restauradora de las Habilidades para la Vida Comunitaria en los territorios. Siempre que existe un proceso de sistematización hay una concepción explícita e implícita. Las herramientas son predeterminadas y debemos reconocer que condicionan el tipo de producto que analizamos y los resultados que queremos conseguir efectivamente.

Hoy necesitamos que nuestras sistematizaciones sean un relato descriptivo y analítico de las experiencias y desde luego pasen a ser un ejercicio de producción de saber que sea capaz de dialogar con lo constituido y de cuenta en muchas ocasiones nos puede delimitar y traspasar ciertos umbrales que por su novedad inauguran nuevos espacios en las áreas del saber y del conocimiento popular.

Por eso es tan importante tener en cuenta, los principios de la sistematización como de su implementación para que no sean las prácticas interpretadas, sino que se respeten sus claves y sus principios dentro de las lógicas de las concepciones en que ajustamos nuestros propios procesos de construcción de la Memoria.

Lo decimos porque hay que descubrir los otros elementos que componen la acción para que el impacto social sea observado, de igual manera también se vea el impacto de la concepción de la sistematización, del tipo de acción del proyecto de habilidades para vida comunitaria, los logros sociales, los desarrollos humanos y que los tipos de focalización en la producción del empoderamiento de los saberes-haceres se repliquen en favor de las comunidades objetos de los proyectos, de los sub-procesos de lo que mueven las acciones públicas de la política en Soberanía Alimentaria, en fortalecimiento Cultural y fortalecimiento Socio-organizativo de las comunidades en sus territorios.

Es mantener la vista abierta al universo complejo que se mueve en el desarrollo de las prácticas culturales que van a ser sistematizadas.

Debemos tener en claro que las herramientas son el Diario Personal o Cuaderno de Notas; la Memoria de las Relatorías; los Archivos y el Diario de Campo. La construcción del Relato donde se cuenta la historia de los hechos o situaciones ocurridas que son muy significativas donde se colocan las experiencias, anécdotas, interacciones, actuaciones, sensaciones.

Este relato es la primera unidad viva del texto de sistematización de las experiencias donde se nos muestran a los actores del proceso en sus relaciones e interrelaciones efectivas, de acuerdo con los escenarios donde se desarrollan los procesos con los tiempos en los que acontecen.

En el relato se le dan unidad y movimiento a las diferentes formas de registro de las experiencias y las prácticas de los saberes-haceres culturales de las habilidades para la vida comunitaria en los territorios. El relato da cuenta de la complejidad de la construcción de la Memoria de las experiencias porque nos muestra los nudos que le dan unidad al proceso en que se está trabajando y permite a los participantes tener una visión global del camino por recorrer y los caminos recorridos del Proyecto.

Da cuenta de la manera como se han ido organizando y los resultados que se van dando. El relato nos exige construir la trama social del tejido comunitario que va a desarrollar el proyecto. En la trama del relato se ve el proceso de lo realizado. Ahí es visible toda la información relevante del proyecto y de su Memoria.

Lo mismo hay que destacar que debemos aprovechar para hacer unas Guías de Observación que nos orienten porque nos dotan de preguntas, saber descubrir cómo vamos a observar los elementos pertinentes de los procesos adelantados, saber tomar la decisión de qué debemos sistematizar, cómo construimos en conjunto a unas miradas más elaboradas, y sabemos cómo nos debemos orientar qué mirar, qué observar, es decir: mirar las interacciones que se dan en las prácticas pedagógicas y cómo se dan esos modos del lenguaje donde es visible el discurso cultural de las etnias y lo que es de género, lo femenino y lo masculino; son tantos los perfiles de la construcción de la Memoria que estas maneras tan especiales de las narratividades, son las que muestran realmente las dinámicas y las formas de los ejercicios colectivos e individuales que se hacen dentro de los procesos que construyen las comunidades de aprendizaje.

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